Las ponedoras poseen requerimientos específicos de nutrientes para su crecimiento, formación de plumas, producción de huevos, estrés y degradación de grasa. Los nutrientes importantes, aminoácidos y minerales en la nutrición de una ponedora deben ser debidamente balanceados, para lograr una mayor producción, un mayor número de huevos por ave, una menor mortalidad, una mayor precocidad y, además, una buena persistencia en la producción.